Lugar: Palau Cerveró. Universitat de València.
Fermín Jiménez Landa
Vive y trabaja en Valencia, Barcelona y Pamplona.
Entre sus exposiciones individuales destacan Ahora todos los chicos están llorando, Centro Huarte, Actos oficiales, Espai Montcada, Caixa Forum, Barcelona (2008); Euforia, Galería Valle Ortí, Valencia (2005); El circo delimitado. (Cleopatra), Horno de la Ciudadela, Pamplona (2004) y entre sus colectivas la Muestra de Arte INJUVE, Círculo de Bellas Artes, Madrid (2006 y 2009), Entornos Próximos, ARTIUM de Álava, Vitoria (2006), y en la galería Luis Adelantado, Valencia (2004). Con la galería Valle Ortí ha ido a las ferias de ARCO, MACO (Mexico D.F.) y VOLTA (Basilea). Ha recibido un áccesit del XI premio ABC de Arte.
Estudió en la facultad de Bellas Artes de Valencia y asistió a talleres con Robert Morris, Esther Shalev Gerz, Rogelio López Cuenca, Daniel G. Ándujar, Francesc Torres, Jon Mikel Euba y Douglas Ashford así como a clases en la Anotati Scholí de Atenas.
Propuesta: UNA TARDE POR LA TARDE.
La propuesta consiste en una coincidencia de un numero cuantioso de personas en un mismo lugar y hora, que no se desvela públicamente y que ha ocurrido ya o va a ocurrir antes de que comience Perifèries.
Quiero aislar el hecho de la reunión física y alegalizarlo. Se genera una situación, una circunstancia, un acontecimiento, poco acotable puesto que no se trata de una manifestación con un fin concreto o de una performance, solo gente físicamente aproximada que niega estarlo, o por lo menos no lo afirma. Si la ley legisla la reunión de individuos, ¿qué pasa cuando no está claro si esa reunión es deliberada? Simplemente pasaban por allí.
Cada persona estará allí aisladamente y natural, sencillamente estando. Se ha de incrustar en la realidad sin que parezca una reunión de amigotes ni un grupo de turistas despistados.
Se busca provocar rumores, narraciones, curiosidad, roce, diálogo, sospechas y reflexión. Quiero pensar en las expectativas, lo temporal, lo discreto, los comportamientos colectivos espontáneos y los dirigidos, las convenciones y la ficción.
La situación no podrá ser observada por una audiencia voluntaria pero en el Palau de Cerveró se ofrecerán documentación, pistas y algunas armas del delito durante Perifèries.
La convocatoria se coordinará de dos maneras.
1. Subterránea. Uno a uno se convoca a gente aliada, con unas instrucciones muy concisas:
- No estás con nadie. Simplemente estás ahí
- Si te preguntan qué haces ahí respondes que nada, si no es un policía incluso puedes responder : “¿Y tú?”
- No puedes llevar cámaras.
- No estaría mal que llevases a tus hijos o abuelos. Que no parezca una reunión de culturetas o una inauguración de una galería.
2. Megafonía. Un sistema de megafonía anclado en los balcones del Palau Serveró anuncia con un aviso sonoro previo como el de los aeropuertos un lugar, un día y una hora con voz muy correcta cada 35 minutos.
Los grupos espontáneos como los emos de la biblioteca de la calle Hospital en realidad se parecen bastante a la propuesta; normalmente no hay un motivo excesivamente clarificador sobre el origen de la costumbre, un “hecho fundador” que de un sentido categórico a esa unión. El sentido puede ser tan difuso como lo identitario –el caso de los emos – o más prosaico como el de los borrachos que se juntan a la entrada de la bodega del Cármen. Se tiene la necesidad de identificar el campo semántico de ese grupo, el conjunto de rasgos que los hacen un grupo cerrado ajeno a los demás.
